Mapa Mental

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martes, 6 de mayo de 2014

LA IMPORTANCIA DE LEER CON LOS NIÑOS



La lectura es la llave prodigiosa de la información, de la cultura, del mundo de la ficción, de la fantasía.… Conseguirla no es tan sencillo: está al alcance de todos los niños, pero con condiciones. La importancia de la lectura en los niños se basa en sus beneficios a la hora de estudiar y adquirir conocimientos. La colaboración de los padres es necesaria para impulsar el proceso de aprendizaje.

Hay una labor familiar de preparación extremadamente importante antes de que los niños aprendan a leer, y de seguimiento, después. Aunque resulte increíble, se recomienda poner a los niños en contacto con la lectura a partir de un año aproximadamente. Hablamos de cuentos con grandes imágenes y poco texto, que se irán complicando y ampliando a la medida del “lector”. Merece la pena “perder” el tiempo con los niños leyéndoles y contándoles historias porque los efectos pueden ser muy positivos. A corto plazo la lectura permite:

1. Enriquecer la relación adulto-niño

En esta relación mágica, niño-adulto-libro, el padre, la madre son los encargados de maravillar a su hijo con el libro y de descubrirle el mundo sorprendente que guarda. Estos momentos de “lectura” son muy gratificantes, porque están, además, envueltos en afectividad.

2. Familiarizar al niño con los textos

•- Acostumbrándole al objeto: al niño le gusta imitar a sus padres.
- Mostrándole que los pequeños signos negros tienen un significado.
- Haciéndole experimentar la permanencia de la palabra escrita. Cuando llegue al colegio, la lectura le parecerá una actividad necesaria e interesante.

3. Ampliar y organizar el universo del niño

Tanto las imágenes como los textos le ayudarán a:

•- Conocer el mundo.
- Conocerse a sí mismo.
•- Dominar el entorno real. Los textos le adelantarán, además, futuras experiencias.

4. Desarrollar las capacidades mentales del niño

- Memoria. El niño podrá contar el cuento que le ha leído, siguiendo las imágenes.
- Lenguaje. A través de la lectura oída, el pequeño ampliará su vocabulario y aprenderá frases cada vez más complicadas.
- Capacidad de abstracción. El niño establece la relación entre los objetos que ha visto en la realidad y la representación de los mismos en las ilustraciones. Pasa, en consecuencia, a un nivel de abstracción.
- Imaginación. A partir de la imagen y del texto, el niño comienza a construir su propia representación, a crear una realidad en su mente.

PRESENTACION AVATAR


lunes, 5 de mayo de 2014

MAPA GEOGRAFICO SITIOS REPRESENTATIVOS


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Fechas Importantes en la Vida de Rafael Pombo.

COMIC LEYENDO CON POMBO


IMAGENES DE CUENTOS Y FABULAS DE RAFAEL POMBO










SIMON EL BOBITO
Simón el bobito llamó  al pastelero:
¡a ver los pasteles, los quiero probar!
-Sí, repuso el otro, pero antes yo quiero
ver ese cuartillo con que has de pagar.
Buscó en los bolsillos el buen Simoncito
y dijo: ¡de veras! no tengo ni unito.
 A Simón el bobito le gusta el pescado
Y quiere volverse también pescador,
Y pasa las horas sentado, sentado,
pescando en el balde de mamá Leonor.

Hizo Simoncito un pastel de nieve
Y a asar en las brasas hambriento lo echó,
pero el pastelito se deshizo en breve y apagó las brasas y nada comió. 

Simón vio unos cardos cargando viruelas
Y dijo: -¡qué bueno! las voy a coger.
Pero peor que agujas y puntas de espuelas
Le hicieron brincar y silbar y morder.

Se lavó con negro de embolar zapatos
porque su mamita no le dio jabón,
y cuando cazaban ratones los gatos
espantaba al gato gritando: ¡ratón!

Ordeñando un día la vaca pintada
le apretó la cola en vez del pezón;
y ¡aquí de la vaca! le dio tal patada
que como un trompito bailó  don Simón.

Y cayó montado sobre la ternera
y doña ternera se enojó  también
y ahí va otro brinco y otra pateadera
y dos revolcadas en un santiamén.

Se montó en un burro que halló en el mercado
y a cazar venados alegre partió,
voló por las calles sin ver un venado,
rodó por las piedras y el asno se huyó.

A comprar un lomo lo envió  taita Lucio,
y él lo trajo a casa con gran precaución
colgado del rabo de un caballo rucio
para que llegase limpio y sabrosón.

Empezando apenas a cuajarse el hielo
Simón el bobito se fue a patinar,
cuando de repente se le rompe el suelo
y grita: ¡me ahogo! ¡vénganme a sacar!

Trepándose a un árbol a robarse un nido,
la pobre casita de un mirlo cantor,
desgájase el árbol, Simón da un chillido,
y cayó en un pozo de pésimo olor

Ve un pato, le apunta, descarga el trabuco:
y volviendo a casa le dijo a papá:
taita yo no puedo matar pajaruco
porque cuando tiro se espanta y se va.

Viendo una salsera llena de mostaza
se tomó un buen trago creyéndola miel,
y estuvo rabiando y echando babaza
con tamaña lengua y ojos de clavel.

 Vio un montón de tierra que estorbaba el paso
y unos preguntaban ¿qué haremos aquí?
bobos dijo el niño resolviendo el caso;
que abran un grande hoyo y la echen allí
Lo enviaron por agua, y él fue volandito
llevando el cedazo para echarla en él
así que la traiga el buen Simoncito
seguirá su historia pintoresca y fiel.

El renacuajo paseador



Cuento en verso de Rafael Pombo
El hijo de Rana, Rinrín Renacuajo,
salió esta mañana, muy tieso y muy majo.
Con pantalón corto, corbata a la moda,
sombrero encintado y chupa de boda.

"¡Muchacho, no salgas!" Le grita mamá.
Pero él hace un gesto y orondo se va.
Halló en el camino a un ratón vecino.
Y le dijo: "¡Amigo! venga, usted conmigo.
Visitemos juntos a doña Ratona
y habrá francachela y habrá comilona".

A poco llegaron, y avanza Ratón.
Estirase el cuello, coge el aldabón.
Da dos o tres golpes, preguntan: "¿Quién es?"
"–Yo, doña Ratona, beso a usted los pies".
"¿Está usted en casa?" –"Sí, señor, sí estoy:
y celebro mucho ver a ustedes hoy;
estaba en mi oficio, hilando algodón.

“Pero eso no importante; bienvenidos son".
Se hicieron la venia, se dieron la mano,
y dice Ratico, que es más veterano:
"Mi amigo el de verde rabia de calor,
démele cerveza, hágame el favor".

Y en tanto que el pillo consume la jarra
mandó la señora traer la guitarra
y a Renacuajito le pide que cante
versitos alegres, tonada elegante.

"–¡Ay! de mil amores lo hiciera, señora,
pero es imposible darle gusto ahora,
que tengo el gaznate más seco que estopa
y me aprieta mucho esta nueva ropa".
"–Lo siento infinito, responde tía Rata,
aflójese un poco chaleco y corbata,
y yo mientras tanto les voy a cantar
una cancioncita muy particular".

Mas estando en esta brillante función.
De baile y cerveza, guitarra y canción,
la Gata y sus Gatos salvan el umbral,
y vuélvase aquello el juicio final.

Doña Gata vieja trinchó por la oreja
al niño Ratico maullándole: "Hola"
y los niños Gatos a la vieja Rata
uno por la pata y otro por la cola.

Don Renacuajito mirando este asalto
Tomó su sombrero, dio un tremendo salto,
y abriendo la puerta con mano y narices,
se fue dando a todos "noches muy felices".

Y siguió saltando tan alto y aprisa,
que perdió el sombrero, rasgó la camisa,
se coló en la boca de un pato tragón
y éste se lo embucha de un solo estirón.

Y así concluyeron, uno, dos y tres,
ratón y Ratona, y el Rana después;
los gatos comieron y el Pato cenó.
¡Y mamá Ranita solita quedó!

RAFAEL POMBO




Rafael Pombo nació en Bogotá el 7 de noviembre de 1833.
Fue el cuarto de los seis hijos del matrimonio del diplomático y profesor Lino de Pombo O'Donnell, que fue un destacado político, militar y diplomático cartagenero, que entre otras cosas firmó el tratado Pombo-Michelena de límites con Venezuela y Ana María Rebolledo, y Ana Rebolledo.
A los once años, en 1844, ingresó en el seminario. En 1846 ingresó en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, donde estudió humanidades; en 1848 recibió el grado en matemáticas e ingeniería en el Colegio Militar que hacía poco había fundado el general Tomás Cipriano de Mosquera.
Desempeñó un cargo diplomático representando al gobierno de Colombia en Washington, fue contratado por la editorial Aplpleton de Nueva York, y permaneció diecisiete años en Estados Unidos, lo cual coincidió con su máxima madurez creadora.
Pombo fue coronado como poeta nacional el 20 de agosto de 1905, en el teatro Colón. El 6 de febrero de 1912 reemplazó a Manuel María Mallarino como miembro de la Academia Colombiana de la Lengua, de la que fue secretario perpetuo.
Sus primeros poemas fueron publicados bajo el título Exabruptos poéticos de Rafael Pombo.
En 1855, Rafael Pombo escribió La hora de las tinieblas. Estos versos manifiestan un sentimiento de escepticismo y desesperanza propio del más genuino espíritu romántico.
La obra completa de Pombo se publicó por vez primera en 1916, en cuatro volúmenes. El primero y el segundo contienen su obra poética; el tercer tomo lo constituyen sus traducciones, y el último encierra sus Fábulas y verdades, Cuentos pintados y Cuentos morales para niños formales.
Murió en Bogotá el 6 de mayo de 1912.
Pombo es considerado uno de los más grandes del romanticismo hispanoamericano, si bien, a diferencia de los románticos del Río de la Plata, tomó la influencia del romanticismo anglosajón en lugar de la influencia francesa que había penetrado con sus posturas estéticas y sus ideas liberales en Latinoamérica.